miércoles, 10 de octubre de 2007

¡Justicia Macrabélica!

No hay tema por insignificante que el mismo aparente ser, que no tenga sus lecciones en las cuales esté basado y tengamos que aprender alguna enseñanza positiva del mismo… El problema se vuelve, encontrar donde radica la lección…
Mismamente, mismamente… --- El indigente avisoró la pronta comprensión del asunto. Parecía comprender la grandeza y la trascendencia del tema, pero en el fondo no captaba nada en lo absoluto. Estaba resuelto a llevar hasta las mas ultimas consecuencias su forma de ser, sin temor a los efectos negativos (o positivos). --- El mundo es demasiado complejo y complicado. --- Se decía a si mismo. --- ¿Qué tengo que buscarle tres pies al gato, cuando solo tiene cinco? --- Se cuestionaba la ausencia de lógica de sus planteamientos… ---Y si la naturaleza me ha dotado con entendimiento, por qué he de acallar mi intelecto, por muy rudimentario que sea. --- Se planteaba a si mismo. --- Peor, aun peor, sería que me la pase ansina, --- Se decía… --- Sin hacer nada…. ¡Qué va! ¡A yo soy quien soy --- continuaba --- y no me aparezco a naiden! --- Mientras se ajustaba la cutacha que llevaba al cinto…

El primer tajarrazo se lo asestó en el mero cráneo, en la mollera. El filoso acero quedó incrustrado en la osamenta encefálica del cliente… Quizo extraer la cutacha del cráneo, pero al parecer ésta se había atorado en el hueso… --- Hasta para morir sos ladrón. --- Le dijo. --- Tratando en vano de despegar el filoso instrumento de donde había quedado clavado… --- ¡Cabrón! --- Le dijo. --- Esto te pasa por meterte con los hombres. --- E inútilmente forcejeaba con la hoja de acero que parecía formar una solo pieza en el cráneo adherida, como un pensamiento obsesionado…
--- Ahí te la dejo de recuerdo, pues, esa hermosa peineta que te llevarás al mas allá… --- Dio la vuelta, sacudiendo sus manos, una contra otra, como quien concluye una tarea satisfactoria. Caminó a la distancia, alejándose. El cuerpo del paciente (cliente) yacía yerto sin respirar y con un macabro adorno en su frente.
Eso le pasa a los ladrones come tierra (geófagos) con mas propiedades que un frijol soya, que se burlan del pueblo humilde y trabajador. Es un escarmiento pintoresco de la labor férrea, y la justicia que ha de llegar mas pronto que tarde, a los diputados, a los jueces, y a los abogados “letreros”, que tienen arruinado al país.

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